Si consideramos al hombre como una totalidad integrada, producto histórico que transforma la naturaleza y en ese proceso crea la cultura y transforma su propia naturaleza. Además lo consideramos un ser concreto y social que pertenece a determinada cultura, clase social, religión, etc; y esta pertenencia no es casual, sino que en ella integra su ser y su personalidad. Y por último, es el único de los seres vivos que puede pensarse a si mismo como objeto, utilizar el pensamiento, concebir simbolos, crear un lenguaje, prever y planificar su acción, utilizar métodos y técnicas que modifiquen su propia naturaleza y producir medios de subsistencia que son la matriz fundamental de todas las relaciones humanas; entonces el medir el aprendizaje es una realidad compleja e intrínseca de cada sujeto, por lo que lo que observamos son conductas producto de algún aprendizaje.
Por lo tato la conducta es una manifestación unitaria del ser que implica manifestaciones coexistentes: Biologicas, Psicologicas y Sociales. En el que considerando al hombre una totalidad, no puede suceder un fenómeno en alguna de las tres areas sin que implique necesariamente a las otras dos.
De igual manera no se considera le cumulo de conocimientos adquiridos, sino el manejo de los mismos como instrumetos para indagar y actuar sobre la realidad. Esto nos lleva en la lectura a considerar la practica educativa como transformadora, para realizar acciones conjuntas que operen dialécticamente en función de una síntesis integradora.
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